Bota unha ollada ao meu corpo. Mira as miñas mans. Hay tantas cousas que non entendo, aforra a túa cara chea de promesas rumoreadas coma oracións: non as necesito.
Fun tratada tan mal, e durante tanto tempo, que rematei por volverme intocábel. Ao desprezo gústalle o silencio, que avanza na escuridade arrodeado de aros.
Fun tratada tan mal, e durante tanto tempo, que rematei por volverme intocábel. Son coma unha flor que morre paseniñamente por culpa de xeada, son coma o doce tornando a amargo... e intocábel.
- He pensado que tu y yo... Podríamos... Ir a algún sitio... Juntos... Uno de estos días. Hoy. Ahora mismo. Ven conmigo Hannah.
- No yo... Creo que no va a ser posible.
- ¿Por qué no?
- Porque si decidiéramos irnos a algún lugar juntos... Me da miedo que un día, hoy no, quizás mañana tampoco, pero un día, de repente... Puede que empiece a llorar y a llorar y llore tanto que nada ni nadie pueda pararme, y que las lágrimas llenen la habitación, y que me falte el aire, y que te arrastre conmigo, y que nos ahogemos los dos.
- Aprenderé a nadar Hannah, te lo juro. Aprenderé a nadar.
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